Hotel Rural Las Baronas

¡Seguimos con las presentaciones!

Seguro que cuando cualquiera de vosotros visita un hotel rural, una de las cosas que más valoráis es que las instalaciones estén limpias y cuidadas. En Las Baronas, la encargada dejar las habitaciones tan radiantes como las encontráis siempre, es Mari Carmen, una persona que nos aporta muchísimo tanto a nivel profesional como personal.

Siempre atenta a cada detalle

Aunque sea esa su labor principal, ayuda con lo que haga falta: sirve los desayunos de los huéspedes, trabaja en la recepción del hotel, y, cuando es necesario, también atiende el bar y echa una mano en cocina. Le encanta tener trato directo con nuestros clientes y hacer que se sientan como en casa.

Con ella no hay días malos

Es la alegría del hotel, capaz de sacarnos sonrisas a diario, incluso cuando tenemos un día regular. Ella misma dice que tiene vocación de humorista, y que si con algo disfruta, es haciendo reír a la gente. Su prioridad en la vida son su familia y sus amigos, y, lo que más le gusta, es pasar tiempo con ellos.

La bendición de ir contenta al trabajo

Mari Carmen es de Aranda de Duero de pura cepa. Trabaja en Las Baronas desde junio de 2014. También es monitora de comedores escolares.
Para ella, Las Baronas es su segundo hogar y aquí se siente competente y querida.

La citamos textualmente: “No sé por qué narices, pero soy feliz aquí. Vuelvo de las vacaciones más contenta que un ocho.”

Seguro que los que habéis elegido Las Baronas Hotel Rural para vuestras estancias en La Ribera del Duero la recordáis con tanto cariño como el que ella nos brinda siempre. Es muy curioso que una persona que se encarga de mantenerlo todo impoluto sea capaz de dejar tanta huella en quien tiene la suerte de conocerla.

Hotel Rural Las Baronas

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